A partir del 26 de abril de 2024 entrará en vigor una nueva ley que redefine las estructuras de la jornada laboral en el país, prometiendo un impacto significativo en la calidad de vida de los trabajadores. La normativa establece una transición gradual hacia una semana laboral de 40 horas, iniciando con 44 horas en 2024, reduciéndose a 42 horas en 2026, hasta alcanzar la meta final en 2028.
La ley ofrece flexibilidad en la distribución de las horas de trabajo, permitiendo su organización tanto en semanas calendario como en promedios semanales a lo largo de ciclos de cuatro semanas. Sin embargo, esta flexibilidad no se aplica a todos por igual; gerentes, administradores, y otros trabajadores que operan con un alto grado de autonomía quedan excluidos de estos límites de jornada.
La nueva regulación también introduce conceptos innovadores, como el ciclo de cuatro semanas, donde el empleador y el trabajador deben acordar un calendario de distribución horaria, y la posibilidad de negociar aumentos del límite semanal hasta 52 horas bajo ciertas condiciones. Además, destaca la inclusión de una «banda horaria» para padres de niños menores de 12 años, ofreciendo una mayor flexibilidad para conciliar las responsabilidades laborales y familiares.
Otra novedad es la opción de compensar horas extraordinarias con días adicionales de feriado, un mecanismo que busca ofrecer alternativas más beneficiosas para el descanso de los trabajadores. Este cambio viene acompañado de la introducción de jornadas semanales de cuatro días para ciertas empresas, fomentando un equilibrio entre vida laboral y personal.
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Juan Ignacio Letelier
Abogado Jefe área Laboral
