Los exportadores de fruta en Chile enfrentan el reto de cumplir con el tratamiento de frío (CT) para envíos de ciertas frutas a mercados internacionales. Un fallo en el tratamiento de frío puede derivar en pérdidas significativas, afectando la calidad del producto y su aceptación en destinos clave.
El proceso comienza cuando el contenedor está siendo cargado, y se lleva a cabo en presencia del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), responsable de supervisar el proceso en Chile. El técnico del reefer y el SAG colaboran en la calibración de los equipos y la revisión de los parámetros de temperatura, asegurando que la carga cumpla con los requisitos establecidos por el cliente en el destino.
Para determinar si procede una reclamación y contra quién, es esencial analizar la causa del fallo. Si este se debe a un mal funcionamiento del contenedor refrigerado (reefer), se puede presentar una reclamación contra la naviera. Sin embargo, si la falla resulta de una mala calibración en el sensor de frío, y el reefer funcionaba correctamente, el reclamo puede dirigirse al frigorista responsable.
La documentación necesaria para respaldar un claim incluye elementos esenciales como las fechas de cosecha y empaque de la carga, las instrucciones de transporte dadas a la naviera, una confirmación de la ubicación del sensor, los registros de temperatura y la causa del fallo, por ejemplo, según el informe del USDA.
Un seguro especializado proporciona indemnización en caso de pérdidas derivadas de fallos en el tratamiento de frío. Esta cobertura compensa la pérdida de mercado, la depreciación comercial y la reducción de la vida útil del producto, asegurando que el valor de la carga esté protegido.
El tratamiento de frío es un proceso fundamental en la exportación de frutas, especialmente hacia mercados exigentes como EE.UU., donde las normativas de calidad son estrictas. Desde la instalación del sensor hasta la calibración adecuada y la revisión constante de los parámetros de temperatura, cada paso es crucial para asegurar la integridad de la carga.
Si ocurre un fallo, es esencial comprender la causa del problema y saber contra quién dirigir la reclamación, ya sea la naviera o el frigorista. Además, contar con la documentación correcta y un seguro adecuado puede mitigar las pérdidas económicas, pero la clave está en la prevención. Asegurar una correcta ejecución del tratamiento de frío y contar con la preparación adecuada ante imprevistos es vital para garantizar el éxito de las exportaciones de frutas.